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La importancia del tiempo sin pantallas en verano (y cómo lo trabajamos en el campamento)

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Vivimos rodeados de pantallas. Tablets, móviles, consolas, televisión… Para muchos niños, estos dispositivos forman parte de su rutina diaria incluso durante el curso escolar. Cuando llega el verano, y especialmente cuando se acercan las vacaciones, muchos padres se preguntan si está bien permitir más tiempo de pantalla o si, por el contrario, es un buen momento para regularlo.

En La Molineta, el campamento de verano en la Comunidad de Madrid donde los niños vuelven a la naturaleza, lo tenemos claro: el verano es la oportunidad perfecta para desconectar de las pantallas y reconectar con el mundo real, con el juego libre, con la creatividad y con los demás.
En este artículo te contamos por qué es importante limitar el uso de pantallas en vacaciones y cómo lo trabajamos durante la estancia de los niños en el campamento.

Por qué es importante limitar las pantallas en verano

1. El cerebro infantil necesita descanso digital

Los niños y adolescentes pasan una media de entre 2 y 4 horas al día frente a una pantalla. Algunos, incluso más. Esta sobreexposición digital afecta a su concentración, al sueño y a su capacidad de gestionar emociones. Cuando llega el verano, su cerebro necesita un respiro: un descanso real de los estímulos constantes.

Las vacaciones son el momento ideal para equilibrar ese consumo y permitir que los niños experimenten otro tipo de actividades que favorecen el desarrollo cognitivo y emocional: explorar, crear, aburrirse, imaginar, hablar, jugar… Algo que las pantallas, aunque sean educativas, no pueden sustituir.

2. El juego libre potencia la creatividad y la autonomía

Cuando no hay una pantalla que marque el ritmo, aparece algo esencial en la infancia: el juego libre.
Jugar sin guion, improvisar, inventar normas nuevas, explorar el entorno… Todo esto desarrolla áreas del cerebro que promueven la creatividad, la resolución de problemas y la autonomía.

En verano, y especialmente en un campamento rodeado de naturaleza, el juego libre se multiplica. Los niños descubren que pueden pasarlo bien sin depender de un dispositivo, que pueden crear sus propios juegos y que la diversión puede surgir de cosas tan simples como una cuerda, unas piedras o un pequeño reto entre amigos.

3. La ausencia de pantallas mejora la convivencia

Otro de los grandes motivos para limitar las pantallas en vacaciones es que se fortalecen las relaciones sociales.
Cuando no hay móviles, los niños se miran más a los ojos, hablan más, negocian más, colaboran más y se implican realmente en la actividad que están realizando.

En un campamento como La Molineta, donde los grupos conviven todo el día, la conexión entre ellos surge de manera mucho más natural cuando no hay dispositivos que los aíslen o dividan su atención.

4. Las pantallas afectan al sueño y al bienestar físico

Muchos padres notan que, en verano, al aumentar el tiempo de pantalla, los niños se acuestan peor, están más irritables o se aburren con más facilidad. Esto se debe a la sobreestimulación y al descenso del nivel de actividad física.

Actividades al aire libre, deportes, carreras, rutas, juegos en equipo… todo esto regula la energía natural del niño, mejora su descanso y potencia su bienestar físico y emocional.

Cómo trabajamos el tiempo sin pantallas en La Molineta

En La Molineta creemos en una educación basada en la experiencia, el movimiento, la convivencia y la naturaleza. Por eso, desde hace años, llevamos a cabo una filosofía de desconexión digital que funciona muy bien y que los propios niños terminan agradeciendo.

1. Tiempo sin pantallas desde el primer día

Nuestra norma es clara: los niños no utilizan pantallas durante el campamento.
No hay móviles, no hay tablets y no hay consolas. Y lejos de ser un problema, esto se convierte en un alivio para muchos de ellos.

Desde que llegan, explicamos por qué es importante esta norma y cómo les beneficia. Lo entienden enseguida: al final, están rodeados de naturaleza, nuevos amigos y actividades que les mantienen activos durante todo el día.

2. Actividades diseñadas para sustituir la pantalla por experiencias reales

Para que los niños no echen en falta las pantallas, diseñamos un programa de actividades lleno de movimiento, creatividad y descubrimiento:

  • Gymkanas y retos en equipo
  • Excursiones por la naturaleza
  • Talleres creativos y manualidades
  • Deportes y actividades físicas adaptadas a todas las edades
  • Veladas nocturnas, juegos de misterio y actividades grupales
  • Experimentos, juegos de orientación y actividades de exploración

Cuando la agenda del día está llena de diversión real, la pantalla pierde su atractivo.

3. Fomentamos la convivencia y las relaciones auténticas

Sin móviles, la convivencia se vuelve más profunda.
Los niños:

  • Hablan más entre ellos
  • Se escuchan
  • Se apoyan
  • Colaboran para resolver retos
  • Se conocen de verdad

Muchos padres nos cuentan que, al volver a casa, sus hijos siguen sin pedir pantallas durante varios días porque recuperan el gusto por el juego tradicional.

4. Libertad para aburrirse (y que surja la creatividad)

En La Molineta no llenamos cada minuto del día.
Dejamos espacios controlados donde los niños pueden aburrirse un poco… y eso es buenísimo.

De ese «no sé qué hacer» surgen los mejores juegos: inventan historias, crean coreografías, construyen pequeñas estructuras, buscan insectos, hacen collares con hojas…
Actividades que estimulan la imaginación mucho más que cualquier pantalla.

5. Comunicación con las familias sin necesidad de móviles

Sabemos que para algunos padres puede ser difícil no poder hablar con su hijo cada día, pero también sabemos que es bueno para ellos.
Nosotros nos encargamos de manteneros informados mediante:

  • Mensajes programados
  • Fotografías
  • Comunicación directa con los monitores si es necesario

Vosotros tenéis la tranquilidad de que están bien cuidados, y ellos pueden vivir la experiencia a fondo sin interrupciones.

Los beneficios que las familias notan al final del campamento

La mayoría de los padres que ya han pasado por La Molineta coinciden en lo mismo:

  • Sus hijos vuelven más tranquilos
  • Duermen mejor
  • Socializan más
  • Juegan más sin pantallas
  • Piden menos el móvil
  • Están más creativos y activos

Al final, esta desconexión les permite reconectar consigo mismos, con la naturaleza y con los demás.

Un verano sin pantallas es un regalo para tus hijos

El verano es el momento perfecto para equilibrar la relación de los niños con la tecnología. Y un campamento como La Molineta, donde la naturaleza, el juego y la convivencia están en el centro, es el lugar ideal para conseguirlo.

Si quieres que tu hijo viva un verano diferente, rodeado de actividades, aire libre y amistades reales, sin pantallas que lo distraigan, en La Molineta encontrará ese espacio seguro y lleno de experiencias que recordará siempre.

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